La intervención se involucra en dos ámbitos de control diametralmente distintos. En primer lugar, una manipulación tectónica de un objeto sólido, mineral, donde el podio indeterminado está dominado por una serie de sustracciones a su propia masa. Con dos características principales en su geología: la impertinencia formal y el lenguaje de austeridad conferido por la textura el hormigón. Así se configuran, a partir de oquedades y depresiones, una serie de ámbitos de acción y apropiación por parte del usuario, que tendrá abierta la posibilidad de inferir sentido a la forma final; tribuna, túnel, refugio, anfiteatro. Niños y Madres, todos o ninguno a la vez.