Las decisiones de proyecto acompañan tres ejes principales: la resolución de una arquitectura maciza, en formato de podio mineral, directamente vinculada al territorio y su complejidad topográfica, donde la arquitectura toma el desnivel y reconstruye una lógica de topografía artificial en el interior de la vivienda. La ubicación de una serie de vacíos en el perímetro que configuran un sistema de espacios de cobijo, patios semi-exteriores, para enfrentar las variaciones del clima y ofrecer al usuario los escapes necesarios para habitar el exterior inmediato. Por último la construcción de un objeto que sea parte del sistema mineral de la sierra, con la utilización del hormigón visto como textura artificial que dialogue con las formaciones rocosas existentes.