Se asume como potencial valor las singularidades paisajísticas de la ciudad: el desarrollo lineal costero, el cordón de sierras que dan respaldo a la ciudad y la topografía en pendiente que se proyecta sobre el horizonte del mediterráneo. Estas condicionantes formales del territorio soporte son el punto de partida para integrar el futuro equipamiento y aportar a partir de su desarrollo a la coherencia funcional del conjunto, donde se potencien los espacios de intercambio y se vuelvan más robusto el sistema de espacios públicos de Marbella.